miércoles, 3 de febrero de 2016

Victoria

Sol, arena, playa y cacahuates, la mejor combinación para pasar un día increíble en familia.
Los niños corren de las olas mientras que los jóvenes se zambullen en ellas y los adultos junto con los abuelos comen y beben a salud de ese momento.
El sol brilla, la gente va y viene pero nadie está preparado para la ola que se vislumbra a lo lejos, una ola que no conoce límites, mientras más avanza más crece.
Los gritos y las advertencias no se hacen esperar por lo que hay que recoger a los pequeños, celulares, cámaras, tollas y correr a las alturas para evitar que la marea se lleve algo más que los cacahuates.
Por suerte nadie está cerca de la playa cuando llega "Doña inmensidad" sepultando los camastros, arrastrando sombrillas y por supuesto desapareciendo los cacahuates olvidados pero... algo atrae más la atención de los visitantes playeros que los destrozos de aquella ola y es la anciana que como una boya ¡está en medio del mar!
Los valientes de pantorrilla fuerte se dirigen hacia la boya viviente envejecida, nadan entre el chocar de las olas esquivando balones, hieleras y cacahuates de los que se ha apropiado "La Doña", de repente la anciana levanta la mano en muestra de victoria, ha recuperado la sandalia que le había arrebatado el mar cuando se atrevió a invadir su espacio familiar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario